sábado, 25 de junio de 2016

¿Qué sentido tiene abstenerse en las elecciones? - Javier Sánchez B.

Nos escribe a Canarias en Lucha el compañero Javier Sánchez, simpatizante de Aragón el cuál nos comparte un interesantísimo texto sobre la abstención en la nueva farsa electoral que tendrá lugar mañana 26 de Junio.

¿Qué sentido tiene abstenerse estas elecciones?


Para empezar, quisiera señalar que, como demócrata soy partícipe del sufragio universal. Ese sufragio por el que «nuestros abuelos y abuelas lucharon hasta dar su vida». Y claro, ante la realidad de tal afirmación sólo nos queda decir: sí, es verdad. Nuestros abuelos y abuelas lucharon por la democracia -que no por el sufragio única y exclusivamente-, y es precisamente este argumento que nos muestran los acérrimos votantes con total omnipotencia el que reafirma mi posición: precisamente no voy a ser partícipe de esta farsa electoral porque en España no hay democracia.
A fin de cuentas, esta afirmación, no debería resultar tan extraña. Todos los movimientos sociales nacidos en ésta última década vienen repitiendo -aunque quizás no con el pragmatismo más correcto en sus hechos- lo que vienen afirmando esos “locos” que aún hoy en día siguen sufriendo las consecuencias de la represión por denunciar en su momento lo que hoy parece ser una verdad cristalina: “cambiar todo, para que nada cambie, eso fue la Transición”.

Tenemos una Constitución anacrónica e inamovible, heredera del régimen fascista, que garantiza dos cosas: que unos derechos se incumplan con total parsimonia y que otros se impongan mediante las fuerzas represivas al coste que sea. Seis millones de personas no tienen trabajo y los que lo mantienen o encuentran, son en condiciones paupérrimas que se van agudizando; otros tantos millones más no tienen acceso a una vivienda digna (y no, vivir pagando un alquiler, tampoco es digno siquiera); laigualdad y la no discriminación por raza, sexo, religión u opinión es tan solo un simple eufemismo… en definitiva, el capítulo II de la Constitución que corresponde a los Derechos y libertades se traduce en un mero papel mojado, un formalismo constitucional, un maquillaje hacia el exterior de nuestras fronteras que intenta expandir la idea de la consolidación única en la historia del mundo de una“democracia” que nació en el seno de un régimen fascista militar. Y por el otro lado, garantiza la unidad territorial del país mediante la fuerza del ejército; la imposibilidad de que los pueblos puedan elegir de forma democrática y libre su futuro; el cuestionamiento del modelo del Estado, también es ilegal… eso sí, puedes crear tu partido político, jurar ante dicha Constitución, ante las leyes del Estado, y aquí tienes tu libertad encajonada.

Una gran confusión reside en las efímeras ilusiones: gobierno y poder, poder y gobierno. ¿Se imaginan a los grandes oligarcas, a los grandes jerarcas financieros que hoy dirigen el Estado tirándose piedras contra su propio tejado y apostando por una equidad social y económica por el bien de la mayoría por la salida de uno u otro partido gobernante? Quizás pueda ser un sueño. Pero, más allá del subconsciente existe el caso griego, el caso PSOE con su OTAN ‘de entrada No’ y luego sí, o los múltiples cambios a los que se ha sometido el programa de la nueva socialdemocracia como Podemos con el fin de hacinarse en los requisitos de la legalidad vigente. 



Pero claro, volvemos al debate. ¿Si no es la vía de la lucha electoral, qué más nos queda? Podría remitirme al temor de los presentadores y tertulianos de esos programas de “análisis político” mañanero que tienen el mismo efecto que un café con cigarro a primera hora de la mañana. Todos ellos, incluidos los representantes políticos que acuden (con sus aparentes diferencias políticas irreconciliables) coinciden en lo mismo: ¿un enemigo a combatir?, ¡la abstención! 

Curioso cuanto menos. Para otro sector de la calle no hay más vías y te repiten robotizados: “¿qué esperas coger las armas?”. Lógico sería pensar que quien apuesta por el boicot y la abstención, lejos de disparar nada, ejerce una lucha pacífica en consonancia con el subjetivo social. Pero hay quienes, que su miopía política reduce el abanico de luchas a una mera dualidad de opciones.

No menos habrás escuchado a quienes se refugian en la famosa Ley D’hondt. A priori podríamos pensar que se trata de una ley tan injusta que cuesta creer que por el mero hecho de acudir a las urnas ante un reparto no equitativo, tenga que ver con algo llamado democracia. Pero no son pocos los que, afirmando que en España no hay democracia, sino un circo barato electoral cuyo margen político es estrecho, insuficiente e ilimitado, nos llaman a votar desconsoladamente ante el temor de los resultados electorales. Bien, estar de acuerdo que en España no hay democracia y sus vertientes más descafeinadas (que hay una democracia imperfecta, una carencia democrática, mala calidad de democracia) tendría que ser el motivo principal para no participar en la maniobra que precisamente legitima dicho régimen: las elecciones. Y siempre pongo el mismo paralelismo: si a una máquina de apuestas la apodan como la “tragaperras” (el Estado) es porque precisamente, aunque pueda darte algún premio (alguna reforma), su fin es, a corto o largo plazo, sacarte el dinero (reforzar el Estado). ¿De verdad alguien se pretendería hacer rico a base de jugar en estas máquinas?
Zapatero no nos metió en la ruina. Afirmar lo contrario sería visualizar una realidad a medias. Quien nos arruinó, quien nos quitó nuestras casas, precarizó nuestro trabajo, recortó nuestros derechos sociales y pretende hacernos pagar hasta el oxígeno que consumimos se llama capitalismo. Y es el sistema económico y todos sus gobiernos y partidos que pretenden navegar en una u otra dirección bajo el mismo los responsables, sin distinción ni categorías. Así que dejemos el personalismo para los mass media. Como dice un compañero del trabajo: la lógica del capital solo entiende de revalorización. Y es cierto. El libre mercado permitió las desigualdades económicas. Las desigualdades económicas y la concentración de la riqueza dieron paso a los monopolios que hoy controlan el mercado y el Estado. Y lo que está claro, como lo estaba en 1936 cuando se intentaron llevar a cabo por vía parlamentaria medidas contra estos monopolistas y terratenientes es que, por voluntad propia no van ni a ceder sus ganancias, ni a repartir su riqueza, ni mucho menos a volver a atrás con el peligro de que en un nuevo regreso de la etapa monopolista y tras la encarnizada lucha por el reparto del mercado sean otros y no los actuales, los dueños de todo. Esa es la lógica de la acumulación y desde luego que no hay marcha atrás por voluntad de quienes mantienen sus privilegios.

La abstención electoral es un medio pacífico para luchar. Pero, si lo que se pretende es deslegitimar al Estado, ya no solo ante nosotros mismos, sino al mundo entero, la abstención como tal de quienes estamos posicionados en lo que hoy escribo no basta. Además, los votantes nos lo recriminan muchas veces: “¿no os dais cuenta que no votando no se consigue nada?“. Pero caen en su propia contradicción, en su mirada a la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo propio. Es cierto que una abstención considerable como la existe en nuestro país, que roza el 40%, es muy significativa en la desacreditación que se tiene no solo al juego electoral en sí, sino en su abanico de opciones políticas. Y no por la infinidad de proposiciones y mejoras, sino porque sabemos que el marco Constitucional, la Ley D’hondt y las reformas de las leyes electorales han creado un espacio nulo para un verdadero cambio, en resumidas cuentas: gane cualquiera de los partidos que hoy se presentan como el cambio o progreso, quien seguro que no pierde, es la oligarquía financiera. Pero “al César, lo que es del César“. Tienen razón los votantes cuando nos dicen eso de que con el 40% de abstención no se consigue nada. Y resulta paradójico a su vez. Para que una abstención tenga el fin de deslegitimar a un Estado tiene el mismo requisito que el que tiene un partido político para llevar a cabo su programa de reformas en el capitalismo: la mayoría absoluta. Pero esta realidad, sólo la replican los votantes. Y mientras ellos nos echan en cara eso de “sin mayoría de abstencionistas sólo estáis favoreciendo a los partidos grandes” nos recuerdan cuando llegan los resultados electorales y su partido se ve obligado a pactar “es que sin la mayoría no podemos cambiar las cosas“. ¿Resulta cómico, verdad?.



La periodista y guerrillera alemana, Ulrike Meinhof, decía eso de “Si digo algo que no me gusta estoy protestando. Protesto cuando digo que no sigo colaborando». Seguramente no exista cita más adecuada que resuma la esencia de la abstención; un medio más de protesta a fin de cuentas. Pero no basta con abstenerse, y además, la cita continúa “Si me preocupo además de que eso no vuelva a ocurrir, estoy resistiendo. Resisto cuando me ocupo de que tampoco colaboren los demás“. Y esa resistencia contra la farsa electoral no puede ser otra que el boicot. Pero nos vuelven a soltar una excusa más los votantes y el mismo Estado que es el primer interesado en mantenerse en pie, esta vez, hasta tipificado como delito: estáis negándonos nuestro ejercicio a la democracia. Este último argumento tiene tantas o más interpretaciones de las que cada uno le pueda otorgar. Lo que está claro es que cuando el votante coincide con el Estado, es peligroso cuanto menos. Por supuesto, nuestro derecho a protestar y resistirni se contempla como una posibilidad. Ni siquiera se plantean que no hemos nacido abstencionistaspor naturaleza, sino que es la falta de libertades y de democracia la que nos impulsa a este camino. Pero nosotros, como ellos, lo tenemos que tener claro: si un charlatán se cuela en una gran conferencia de científicos donde se debaten cuestiones fundamentales de la ciencia, lo expulsarán. No tendrán miramientos en negar “el ejercicio democrático” del charlatán en pos del objetivo de la conferencia. Nadie le recriminará a la conferencia tal gesto, es más, estoy seguro que será ovacionada, y creo además que con razón.

Y cuando en este juego -electoral- incrédulo de cambio de títere se presentan siete, ocho o doce charlatanes, el ejercicio democrático no es incumplido ni cuando se ignora tal pérdida de tiempo, ni a sus voceros. Porque tal acto va en pos de un fin común: deslegitimar al Estado. Y el rechazo, no debería ser solamente en las urnas. Cuando vemos recortadas todas las instituciones públicas y por otro lado inyectan más de 130 millones de euros en que nos llegue ese bombardeo publicitario con el único fin de reducir la abstención, es cuando nosotros deberíamos echar imaginación e ingenio. Porque toda forma de demostrar el rechazo, a un Estado de estas características, es democrática, sana y legítima para los millones de explotadas y explotados.
Javier Sánchez B.

miércoles, 1 de junio de 2016

[Salvar Tindaya] Constituido "Salvar Tindaya" en Tenerife.

El martes 31 de Mayo en el CSO Taucho tuvo lugar la primera asamblea de constitución de "Salvar Tindaya Tenerife".

A continuación, reproducimos el comunicado de constitución:



"El movimiento ciudadano en defensa de los valores culturales y ambientales de la montaña Tindaya, al norte de Fuerteventura, se constituya también en Tenerife.

La isla se suma así a otras del Archipiélago, tras el nuevo impulso que el Gobierno de Canarias pretende dar al multimillonario proyecto del escultor vasco Eduardo Chillida de agujerear la "montaña sagrada" para los indígenas majos.

Tras un llamamiento a través de la página de Facebook "Salvar Tindaya Tenerife", que congregó en pocos días a varias centenas de personas, el grupo acordó constituirse y celebrar su primera reunión promotora el pasado martes, día 31 de Mayo. En esta primera toma de contacto se planificaron acciones de difusión inmediata y promover la coordinación con el resto de movimientos y organizaciones, así como la construcción de un encuentro abierto a la ciudadanía, divulgativo, en dónde está prevista la asistencia de especialistas en arqueología y patrimonio que han trabajado en Tindaya.

Las diferentes asambleas ahora comienzan a coordinarse en toda Canarias en defensa de este monumento natural, declarado bien de interés cultural por conservar las mayores estaciones de grabados rupestres pre-coloniales del Archipiélago.

La segunda cita formal de este grupo será el próximo martes 7 de Junio, a partir de las 17 horas, para la realización de materiales y posteriormente asamblea. Tendrá lugar en el CSO Taucho."