martes, 30 de mayo de 2017

"¡Bájenla del mástil, traidores!"

"Bájenla del mástil, traidores canarios
esa es la bandera que reclamamos nosotros republicanos,
nunca podrá pertenecer a ningún autonomista,
pues uds. no han vertido sobre ella más que vergüenza"


La bandera tricolor canaria fue diseñada en 1961 por Canarias Libre, organización política independentista y socialista, y es por ello una bandera de clara inspiración independentista y anticolonialista: una bandera republicana canaria, predecesora de la tricolor estrellada.
Aún no teniendo la carga simbólica que se atribuye a la tricolor de las 7 estrellas, no es ésta tampoco una bandera apolítica, ni españolista, ni de cuestiones tipo "me siento tan canario como español", ni conciliadora, ni monárquica, ni "anti-independentista" o dependentista (aún siendo muchas veces erradamente utilizada, por las instituciones coloniales españolas y sus adláteres, en confrontación a la bandera nacional canaria estrellada); no tiene nada que ver con ese invento decimonónico de don Marcelino Menéndez Pelayo con nombre de provincia del imperio romano.

Un día "regional" completamente artificial, una bandera malinterpretada y, superpuesta a sus colores republicanos, una fea heráldica española con dos perros encadenados: eso suma la simbología del esperpento colonial español en este país. 



¹ Variación propia de la canción republicana irlandesa "Take it down from the mast".

José Manuel Suárez Guardia.

miércoles, 8 de febrero de 2017

¡Fuera machistas de los movimientos populares!


Desde Canarias en Lucha - Fanzine nos sumamos a la campaña que inicia Resistencia Popular Canarias para atajar el machismo y a los machistas presentes en los movimientos populares, tanto en las diversas organizaciones políticas, sindicales, etc. como en las asambleas de CSOs, barrios, centros de estudio o trabajo...

¡Fuera machistas de nuestros entornos!

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Desde Resistencia Popular Canarias queremos impulsar esta campaña debido a la tolerancia que a día de hoy continúa existiendo hacia los comportamientos machistas dentro de los movimientos populares y en las organizaciones que se hacen llamar “de izquierdas”.

Consideramos que es total y absolutamente incompatible e hipócrita pretender luchar contra la violencia machista y la abolición del heteropatriarcado, a la par que permitimos que en
nuestras propias filas haya maltratadores.

Por ello, animamos a todos los colectivos, organizaciones, asambleas y demás formas de participación popular, a asumir las siguientes máximas como propias, así como a participar de
su divulgación, para atajar este tipo de situaciones:

1. Tratar internamente en cada espacio militante, desde el primer momento que se presenten, todos aquellos comportamientos que resulten perjudiciales para el trabajo entre compañeros y compañeras (acaparamiento del espacio por parte de los hombres, necesidades de protagonismo, comentarios ofensivos…).

2. No permitir bajo ningún concepto el maltrato hacia las compañeras, y denunciar los casos de violencia machista que surjan desde que se tenga constancia de los mismos, tanto dentro como fuera de los colectivos.

3. Animar a las mujeres que sufran cualquier tipo de maltrato por razón de género a denunciarlo desde el primer momento, y ofrecerle nuestro apoyo y acompañamiento durante todo ese duro proceso, a nivel individual y colectivo.

4. No acoger a este tipo de elementos en los movimientos y organizaciones populares, pues en el deber de ser coherentes no cabe la posibilidad de ignorar casos de maltrato y esconderlos bajo la alfombra, por mucho que el agresor sea amigo, compañero o incluso familiar.

5. Concienciar sobre que las agresiones hacia las mujeres no son sólo de carácter físico o sexual, sino también psicológico, y no sólo en el ámbito de la pareja, sino también en los espacios políticos y sociales cuando se las infravalora, impidiendo que se expresen libremente, adoptando actitudes paternalistas hacia ellas, etc.

6. Acabar con la idea de que en este tipo de situaciones existen dos “versiones” que hay que contrastar, en lugar de HECHOS. Exigir un juicio al respecto, ya sea en los tribunales de este estado patriarcal o al margen de ellos, es poner en duda la palabra de la mujer agredida, así como el machismo imperante en nuestra sociedad, además de proteger al maltratador, victimizando doblemente a la perjudicada. Hacer un ejercicio de autocrítica y preguntarse por qué no se muestra el mismo escepticismo, por ejemplo, ante una denuncia de una agresión fascista.

7. En definitiva, no permitir que el sujeto maltratador tenga la oportunidad de agredir a otras mujeres, aprovechándose del amparo que le proporciona pertenecer a un movimiento u organización que abandera la lucha contra el patriarcado y la violencia machista.

Por mucho que algunos pretendan camuflarlo, la violencia machista es una cuestión de opresores y oprimidas, no caben las medias tintas. Del mismo modo que ninguna persona que se haga llamar “revolucionaria” se posiciona del lado del agresor imperialista frente al país invadido, del patrón frente al trabajador explotado, o del racista frente al agredido por su color de piel, debería existir un firme y consecuente posicionamiento del lado de las mujeres oprimidas frente al machismo, venga éste de donde venga. Es absolutamente intolerable que se permanezca impasible frente a estos casos en los movimientos y organizaciones populares, que son los que supuestamente luchan contra el heteropatriarcado, y mucho peor aún es que se muestre apoyo y se acoja a machistas en su seno.

En conclusión, conminamos a toda persona y colectivo que se diga revolucionario a apoyar en todo momento a las compañeras ante cualquier agresión que sufran y, al mismo tiempo, a expulsar de nuestros entornos a los agresores, pues no hay confianza posible en ellos.

¡EN UN MUNDO NUEVO NO CABE EL MACHISMO!

¡FUERA MACHISTAS DE LOS MOVIMIENTOS POPULARES!


lunes, 2 de enero de 2017

¿A quién sirven nuestros gobiernos? - Tercera y última parte.

Última parte de este texto de los compañeros del círculo "Solidaridad Obrera y Campesina - Guillermo Ascanio", abordando en el mismo las dos últimas maniobras de la gran banca en conjunto con el Estado para saldar su endeudamiento y unas pequeñas conclusiones finales.

Esperemos que les haya parecido un texto enriquecedor. En nuestra siguiente entrada subiremos el texto completo y un poco editado en PDF, para el que guste de tenerlo completo y en un formato más condensado.

¿A quién sirven nuestros gobiernos? (III)

1)      Pero todo esto no era suficiente para hacer descender (desapalancar) la deuda contraída por los bancos españoles, y, además, principalmente el capital financiero francés y alemán quería cobrar los préstamos que durante el “boom inmobiliario” habían otorgado a la banca española. Para ello se aprobaron diversas directivas europeas que van a permitir que en caso de impagos de nuestra banca, sea el Estado el que asuma los mismos. Así, el 20 de julio de 2012 se firmó el Memorando de Entendimiento (MoU, por las siglas en inglés de Memorandum of Understanding), documento que refleja las condiciones del acuerdo entre España y sus socios europeos para el rescate de la banca.

2)      Rescate del sistema bancario por parte de la Unión Europea: dinero del Estado (estimado entre 60.000-100.000 millones de euros, de los que al menos 35.000 millones nunca se recuperarán) para las entidades con altos porcentajes de “activos tóxicos” (préstamos de imposible o difícil cobro) para sanear sus cuentas y limpiar sus balances de dichos activos tóxicos, creando un “banco malo” para limpiar la deuda de las entidades nacionalizadas y privatizarlas una vez saneadas en el futuro: SAREB (31/08/2012).

Tira cómica donde se aprecia a un trabajador de un banco amenazando con una pistola
a unos clientes para que le entreguen todo su dinero.


3)      Por último, el programa subterráneo de emisiones de Renta Fija se infló como un globo para que los bancos y cajas de ahorro obtuvieran liquidez del BCE. Estas emisiones se vistan como una emisión cualquiera pero se titulan como emisiones No Participativas, (no se trocea en parte) es decir, que la emisión va dirigida a un solo inversor que no se menciona. Este inversor innombrado es el BCE, quien a cambio de supuesta deuda de clientes transformada en bonos, hace que el banco cedente obtiene liquidez. Así el Gobierno español acepta que los bancos alemanes y franceses cobren las deudas que tienen con los bancos del país, permitiendo a estos últimos emitir un programa de Renta Fija. De esta manera, la deuda pasa a ser con el BCE y la deuda privada pasa a ser deuda pública, a través del Memorandum de Entendimiento y la Directiva/59/UE (Directiva de Rescate y Resolución DDR), que se fija la absorción de pérdidas, por el cedente (el banco que ha emitido los bonos), el Banco de España y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Finalmente, la deuda empezará a caer de forma fraccionada para que pase lo más desapercibida posible, y si no se pagara esa deuda entrará en escena el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) (Ley 11/2015 de 19 de junio; Ley 9/2012, de 14 de novimiebre), de tal manera que los bonos impagos serán asumidos por el Estado.


La oligarquía financiera dueño de los bancos españoles, en vista de su delicada situación de
alto endeudamiento acumulado durante el “boom inmobiliario” que terminó en 2008, se
sirvieron del apoyo el Estado para, a la vez que se rescataba o nacionalizaba muchas
entidades en dificultades con fondos públicos, hacerse más grandes por las absorciones y
fusiones, convertirse en los principales prestamistas del Estado, y finalmente, por si todo eso
sale mal, podrán transformar su deuda privada en deuda pública del Estado en caso de impago.

    Y ya sabemos de dónde se financia la deuda del estado: principalmente de la clase obrera y la pequeña y mediana burguesía, vía impuestos directos (como el IRPF) e indirectos (como el IVA y el IGIC). Y ¿cuánto es el montante de la deuda del sistema financiero español, de los bancos españoles? Ahora sabemos que se sitúa en torno a los 1,6 billones de euros, más del triple de lo que se había dicho al principio de la crisis. Pues bien, esa cantidad de deuda ya no es de los bancos, sino "de todos los españoles" en caso de impago.