Última parte de este texto de los compañeros del círculo "Solidaridad Obrera y Campesina - Guillermo Ascanio", abordando en el mismo las dos últimas maniobras de la gran banca en conjunto con el Estado para saldar su endeudamiento y unas pequeñas conclusiones finales.
Esperemos que les haya parecido un texto enriquecedor. En nuestra siguiente entrada subiremos el texto completo y un poco editado en PDF, para el que guste de tenerlo completo y en un formato más condensado.
¿A quién sirven nuestros gobiernos? (III)
1)
Pero todo esto no era suficiente para hacer
descender (desapalancar) la deuda contraída por los bancos españoles, y,
además, principalmente el capital financiero francés y alemán quería cobrar los
préstamos que durante el “boom inmobiliario” habían otorgado a la banca
española. Para ello se aprobaron diversas directivas europeas que van a
permitir que en caso de impagos de nuestra banca, sea el Estado el que asuma
los mismos. Así, el 20 de julio de 2012 se firmó el Memorando de Entendimiento
(MoU, por las siglas en inglés de Memorandum of Understanding), documento que
refleja las condiciones del acuerdo entre España y sus socios europeos para el
rescate de la banca.
2)
Rescate del sistema bancario por parte de la
Unión Europea: dinero del Estado (estimado entre 60.000-100.000 millones de
euros, de los que al menos 35.000 millones nunca se recuperarán) para las
entidades con altos porcentajes de “activos tóxicos” (préstamos de imposible o
difícil cobro) para sanear sus cuentas y limpiar sus balances de dichos activos
tóxicos, creando un “banco malo” para limpiar la deuda de las entidades nacionalizadas
y privatizarlas una vez saneadas en el futuro: SAREB (31/08/2012).
Tira cómica donde se aprecia a un trabajador de un banco amenazando con una pistola a unos clientes para que le entreguen todo su dinero. |
3)
Por último, el programa subterráneo de emisiones
de Renta Fija se infló como un globo para que los bancos y cajas de ahorro
obtuvieran liquidez del BCE. Estas emisiones se vistan como una emisión
cualquiera pero se titulan como emisiones No Participativas, (no se trocea en
parte) es decir, que la emisión va dirigida a un solo inversor que no se
menciona. Este inversor innombrado es el BCE, quien a cambio de supuesta deuda
de clientes transformada en bonos, hace que el banco cedente obtiene liquidez.
Así el Gobierno español acepta que los bancos alemanes y franceses cobren las
deudas que tienen con los bancos del país, permitiendo a estos últimos emitir
un programa de Renta Fija. De esta manera, la deuda pasa a ser con el BCE y la
deuda privada pasa a ser deuda pública, a través del Memorandum de
Entendimiento y la Directiva/59/UE (Directiva de Rescate y Resolución DDR), que
se fija la absorción de pérdidas, por el cedente (el banco que ha emitido los
bonos), el Banco de España y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria
(FROB). Finalmente, la deuda empezará a caer de forma fraccionada para que pase
lo más desapercibida posible, y si no se pagara esa deuda entrará en escena el
Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) (Ley 11/2015 de 19 de junio; Ley
9/2012, de 14 de novimiebre), de tal manera que los bonos impagos serán
asumidos por el Estado.
La oligarquía financiera dueño de los bancos españoles, en vista de su delicada situación de
alto endeudamiento acumulado durante el “boom inmobiliario” que terminó en 2008, se
sirvieron del apoyo el Estado para, a la vez que se rescataba o nacionalizaba muchas
entidades en dificultades con fondos públicos, hacerse más grandes por las absorciones y
fusiones, convertirse en los principales prestamistas del Estado, y finalmente, por si todo eso
sale mal, podrán transformar su deuda privada en deuda pública del Estado en caso de impago.
Y ya sabemos de dónde se financia la deuda del estado: principalmente de la clase obrera y la pequeña y mediana burguesía, vía impuestos directos (como el IRPF) e indirectos (como el IVA y el IGIC). Y ¿cuánto es el montante de la deuda del sistema financiero español, de los bancos españoles? Ahora sabemos que se sitúa en torno a los 1,6 billones de euros, más del triple de lo que se había dicho al principio de la crisis. Pues bien, esa cantidad de deuda ya no es de los bancos, sino "de todos los españoles" en caso de impago.